sábado, 8 de octubre de 2011

Belleza en Auschwitz

¿Quién no se ha visto en alguna ocasión en medio de un abismo?, ¿Quien no se ha sentido cercado y devorado por la pena, el dolor, la melancolía?. Se podrían citar tantas poesías, tantos versos en los que el poeta se recrea y ahonda en su pena... a veces tanto que el mismo poeta concluye que es obsceno continuar y se lanza desesperado a los brazos de la muerte.

Viktor Frankl, un judío que por el 1942 trabajaba como neurólogo y psiquiatra en Viena, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau. Al ser liberado escribió un libro titulado "El hombre en busca de sentido" donde cuenta sus experiencias en los anteriormente citados campos de concentración. En ese libro puede encontrarse el siguiente fragmento:
Si alguien hubiera visto nuestros rostros cuando, en el viaje de Auschwitz a un campo de Baviera, contemplamos las montañas de Salzburgo con sus cimas refulgentes al atardecer, asomados por las ventanucas enrejadas del vagón celular, nunca hubiera creído que se trataba de los rostros de hombres sin esperanza de vivir ni de ser libres. A pesar de este hecho -o tal vez en razón del mismo- nos sentíamos trasportados por la belleza de la naturaleza, de la que durante tanto tiempo nos habíamos visto privados. Incluso en el campo, cualquiera de los prisioneros podía atraer la atención del camarada que trabajaba a su lado señalándole una bella puesta de sol resplandeciendo por entre las altas copas de los bosques bávaros.

¡Cuan necesitado está el mundo de esos camaradas que señalan, que apuntan hacia lo bello, y nos invitan a salir de nosotros mismos, de nuestras miserias, para contemplar la belleza!. Siempre, aunque estemos en el peor de los infiernos, podemos levantar la vista, contemplar la belleza y sentir que la belleza nos salva, porque nos habla de un Dios bueno, de un Dios que tiene la última palabra en su creación y que con Cristo decidió que la última palabra no la tuviese la muerte.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas  viejas pasaron; 
he aquí todas son hechas nuevas." (2 Corintios 5:17)

Como recuerdo a todas esas personas que pasaron por la misma situación que Viktor: "Auschwitz" de León Felipe.





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